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Los orígenes del whisky, entre Irlanda y Escocia

Destilerías espronceda origenes del whikey

El whisky es una de las bebidas más conocidas y consumidas del mundo. Los orígenes del whisky nos llevan hacia un camino entre Irlanda y Escocia. Pues, si bien el origen se encuentra en Irlanda, es en Escocia donde pronto se popularizó y extendió su producción.

Aunque algunos autores sitúan su origen entre los siglos V o VI, parece ser que el origen del whisky se sitúa en Irlanda alrededor del siglo XII. Por tradición, se piensa que fue alrededor del año 1000 cuando los monjes irlandeses llevaron desde el continente a la isla la técnica de destilación de perfumes. Tras conocer esa técnica, los irlandeses fueron modificándola hasta obtener una bebida espirituosa.

No debemos pensar en ese ‘whisky’ tal y como hoy lo conocemos. En aquellos tiempos la bebida, aunque elaborada con cebada, no era envejecida y se solía aromatizar con hierbas. Por eso, podríamos relacionarlo más con un licor de hierbas o herbero, que como un whisky propiamente dicho.

El origen del nombre whisky, el aqua vitae

El origen del término ‘whisky’ es, quizás, uno de los motivos más conocidos. La denominación proviene del gaélico irlandés ‘uisce beatha (o, quizás, del gaélico escocés ‘uisge beatha’), cuyo significado es ‘agua de vida’ o ‘aqua vitae, tal como aparece en los textos antiguos. Posteriormente, el término se transformó en el término gaélico ‘usquebaugh’ y, de él, al actual whisky.

Las primeras referencias documentales

A nivel documental, los orígenes del whisky, entre Irlanda y Escocia, se esclarecen. El registro más antiguo del que se tiene constancia sobre el whisky se encuentra en los Annals of Clonmacnoise, y está datado en Irlanda en 1405. En ellos, se describe como el jefe de un clan murió después de «tomar un exceso de aqua vitae» en Navidad.

En Escocia, la primera mención al whisky escocés se sitúa en unas décadas posteriores. Según cita Marshall Robb en su obra Scotch Whisky: «La referencia más antigua al whisky aparece en los Rollos del Tesoro escocés de 1494, donde se anotan “ocho bolas de malta para el fraile John Cor con las que hacer aqua vitae”».

A mediados del siglo XVI, el whisky ya era una de las bebidas más consumidas y extendidas en los reinos bretones. En 1556 se promulgó una ley que reflejaba que su elaboración solo la podían realizar caballeros, gentleman y hombres libres. Sin embargo, la destilación se realizaba de manera artesanal en numerosas casas y tabernas.

En 1608, el rey James VI de Escocia y I de Inglaterra otorga la primera licencia de la historia para la destilación de whisky a Sir Thomas Phillips. Una licencia otorgada en la población de Bushmills, en el condado de Antrim, en Irlanda del Norte. «Heredera» de aquella licencia se halla la Bushmills Old Distillery Company, fundada en 1784. Ya que en la etiqueta de la marca aparece el 1608, con lo que se considera una de las primeras destilerías del mundo, hoy aún en actividad.

¿Whisky o whiskey?

En realidad, son lo mismo. La diferencia se encuentra en su ámbito geográfico y tiene una razón histórica. Sobre 1870, el whisky escocés era de muy mala calidad. Los productores irlandeses, para marcar diferencia en la exportación a América, decidieron incluir una ‘e’ en la palabra. Por esa razón, mientras que en Irlanda y en Estados Unidos se le suele denominar whiskey, en Escocia, Gales o Canadá se continuó con la grafía tradicional.

Más allá de las denominaciones, el whisky irlandés tiene, por lo general, un acabado más suave y delicado, debido a su triple destilación. En cambio, el whisky escocés tiene unos matices más ahumados y terrosos. Esto se debe a que el secado de la cebada malteada se realiza mediante humo de turba.

Un whisky estadounidense: el bourbon

No podíamos dejar el presente post sin hablar de los americanos. Y es que ellos también tienen su propio whisky, el bourbon. Su nombre proviene del condado de Bourbon, en el estado de Kentucky.

Su historia se remonta a finales del siglo XVIII, cuando se inició una gran producción de maíz. Debido a la dificultad de su exportación, los agricultores comenzaron a elaborar whisky con los excedentes.

Y ahí se encuentra la principal diferencia entre el bourbon y los whiskys irlandeses y escoceses. Mientras que los whiskys británicos son a base de cebada, los estadounidenses son a base de granos de maíz. Esto le otorga un sabor ligeramente aromático y un sabor acaramelado.

En la actualidad, existe una gran variedad de Bourbon, desde los clásicos hasta los mezclados con miel o pimienta. En el catálogo de Destilerías Espronceda, puedes encontrar algunas variedades como estas de la firma Bourbon Bowling Green, como el Bowling Green Fire, con un toque a chili, o el Bowling Green Honey, con un sabor más dulce.

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